Buscar este blog

11 jul 2010

Te echo de menos y la nostalgia recorre el sentido de mi tiempo.
El cuestionario de mi pensamiento hierve en mis venas y surcan mi boca sin pronunciar palabras. Hay en mi alma agazapadas en el silencio carencias de ti en mi cuerpo; tu olor, tu sabor, tu tacto, tu mirada, tu expresión de frescura, tu anhelo de juventud que me tenían totalmente cautivado salpicando en mi tu pasión y deseo, tu ternura y tu anhelo.

Hoy echo de menos la satisfacción que ofrecías a mis íntimas y delicadas peticiones; que no eran más que respuestas al amor que engendrabas con cada mirada y caricia por mi cuerpo. Echo de menos al roce de tus dedos en mis pecho, al sudor que empapaba mis sueños, al baño de tus besos en mis poros mientras con tu lengua jugabas a contarlos y descifrabas en ellos, el placer en mi piel que provocabas al hacerlo.

Qué harás ahora, dónde estarás en este preciso momento, que sensaciones tendrás. Qué dirección tomaste cuando decidiste desviarte del camino donde me dejaste entre lágrimas, hojas de otoño, aire fresco, calor en mi espalda, huellas en mi pecho, rincones extasiados, delirios en invierno y manifestaciones de dolor amortiguado por el calor de un verano que guardó tu color, calor, sabor y fiebre de amar y amar dándome sólo besos

Hoy echo de menos hasta el aire que respiro, porque no estoy contigo, porque no te tengo, porque me faltan tus besos, porque aún ahora después del paso del tiempo, el aroma de nuestros cuerpos al amarnos recorre mi desnudez en noches y días. Hoy te echo de menos, y aspiro profundo cerrando los ojos, y te respiro y te trago, y te dejo en algún rincón de mi cuerpo porque ahí te siento, y unto mis ganas en el placer que rodeaba todos y cada uno de nuestros encuentros.

Siento que ya no me queda ni rencor ni rabia, y me falta consuelo. Y me quedas tú merodeando por mis adentros. No te tengo; por eso mi amor, sólo por eso, hoy te echo de menos.

No hay comentarios: